Sabado 25 y Domingo 26
Viaje de fin de semana por tierras granadinas.
Sabado 25 salida de Murcia direccion Galera.
Aqui nos recibe Mª Carmen que sera la que nos acompañe durante toda la jornada.
En primer lugar nos acercaremos al Yacimiento argarico de Castellon Alto donde se nos explicaran varias cosas antes de realizar la visitada guiadada.
Yacimiento Arqueológico Castellón Alto
Este enclave se enmarca dentro de la Cultura Argarica, en un momento avanzado del Bronce Pleno.
Su cronología se sitúa entre el 1900 y el 1600 cal a.e.c.
Se trata de un poblado agrícola de mediano tamaño.
El paisaje y el entorno
El poblado de Castellón Alto se insertaba en un sistema de control del territorio junto a otros que siguen un mismo patrón de asentamiento.
Se situaron dominando el valle y en la margen izquierda del curso de los ríos para protegerse del viento y beneficiarse de la zona de solana.
Existe un asentamiento que ejerce como centro ( Cerro de la Virgen ) y del que dependen los demás.
Con el objetivo de asegurarse la explotación regular de los recursos y crear un sistema defensivo eficaz, se instalaron a una distancia similar entre sí.
Castellón Alto se encuentra ubicado en un promontorio elevado sobre el valle del río Galera ejerciendo un control visual del mismo.
Su aspecto escalonado y encastillado se vio reforzado por la construcción de líneas de muralla, lo que le aportó una total integración en el paisaje y un sistema defensivo muy eficaz.
El paisaje que ahora podemos observar desde Castellón Alto no ha cambiado significativamente, aunque hay algunos elementos distintos, el río sería más caudaloso e iría más alto que en la actualidad.
La vegetación de las zonas altas sería más frondosa, entendiendo por frondosa un pinar disperso y una mayor concentración de vegetación de ribera.
Las zonas cultivadas se ceñirían a la franja inundable del río, si bien no estaría totalmente cultivada ni parcelada esta zona como ocurre en la actualidad.
La organización espacial y el hábitat
Castellón Alto está organizado en dos zonas: un cerro en forma de espolon que avanza sobre el valle y una ladera contigua.
La distribución espacial de las viviendas es consecuencia de una diferenciación social, aunque en otros casos se organizan por parentescos familiares.
En el cabezo encontramos tres terrazas naturales.
La superior, donde se encuentra la acrópolis, y las terrazas media e inferior, que presentan una organización más regular.
En la ladera contigua las cabañas se distribuyeron en cuatro terrazas artificiales. Las calles son estrechas y en algunos casos están pavimentadas, sirviendo para organizar y separar las viviendas.
La existencia de una cisterna en la zona de la acropolis nos señala que el control del agua era ejercido por las familias de mayor rango que se situaron aquí.
El mayor tamaño de las viviendas de esta zona y la riqueza en los ajuares hallados en éstas también lo confirman.
Para construir sus casas los habitantes de Castellón Alto elevaban un muro compuesto de ramas revestidas de barro sobre un zócalo de mamposteria.
La estructura se reforzaba con vigas de pino.
La techumbre estaba compuesta por un entramando de ramas sobre el que se echaba una capa de barro para impermeabilizar.
El interior de las viviendas se encontraba distribuido para realizar las distintas actividades domésticas.
Agricultura, ganadería y caza
Los habitantes de Castellón Alto eligieron este lugar para controlar el territorio y aprovecharon los recursos que el valle les ofrecía para desarrollar actividades agrícolas y ganaderas.
El entorno que lo rodea ha variado mucho en los últimos 40 siglos, ya que el clima actual es más seco.
Los estudios realizados en Castellón Alto nos hablan de un paisaje de bosque mediterraneo en el que se observan los primeros síntomas de degradación por la influencia humana.
Practicaron actividades agrícolas como el cultivo de cereales y leguminosas, así como lino para fabricar tejidos.
Cerca del poblado practicaron el pastoreo, principalmente de cabras y ovejas.
Por otro lado, el bosque fue aprovechado para conseguir alimentos, combustibles, materiales de construcción, hierbas medicinales y como lugar donde practicar la caza, especialmente de cérvidos, jabalíes y conejos.
También realizaron actividades de pesca en el río. Criaron animales que resguardaban en cobertizos dentro del poblado.
Tuvieron caballos y bóvidos que utilizaron para acarrear grandes pesos.
Dichos animales eran sacrificados al llegar a adultos con el fin de aprovechar su carne. Los perros eran los encargados de cuidar al ganado.
Cerámica, madera, esparto, huesos
La cerámica encontrada en Castellón Alto repite los esquemas de la mayoría de yacimientos argaricos.
Copas y vasos carenados son las formas más típicas.
No la decoraban, aunque había un gran cuidado de las superficies.
Utilizaron la piedra que conseguían en las cercanías del poblado para la construcción de sus viviendas y para la fabricación de numerosos instrumentos.
El tejido se realizaba en telares verticales, para esta actividad usaban el lino y la lana.
Trataron el esparto fabricando sandalias, cestas, cuerdas y esteras.
Incluso los huesos de los animales eran aprovechados para fabricar agujas, punzones o botones.
Las condiciones del terreno han permitido que en este yacimiento se conserven bastantes restos de materiales orgánicos, por lo que restos de telas, cestería o madera han sido perfectamente documentados.
La existencia de élites provocó una necesidad de materiales valiosos que conseguían a través de intercambios y comercio.
Se han hallado ajuares con brazaletes y otros objetos realizados en cobre o plata, que llegaron de otros lugares, ya que en Castellón Alto no hay indicios del trabajo del metal.
El mundo funerario
En Castellón Alto se localizan las sepulturas en el interior de las viviendas siguiendo tres tipologías: en vasijas de barro (la población infantil), en fosas practicadas directamente en el suelo y, por último, en covachas abiertas en la roca junto a la pared posterior de las casas.
Tras depositar al difunto, todas se sellaban con losas de piedra o tablas de madera.
El ritual consistía en colocar los cuerpos en posición fetal y envolverlos con un sudario para que no perdieran esa postura.
Junto al cuerpo se depositaban sus armas y útiles de hueso, piedra o metal.
Finalmente recibían ofrendas de alimentos en recipientes de cerámica.
Eran enterrados de manera individual, en pareja o en enterramientos familiares, muestra de la importancia de los parentescos.
La Paleoantropologia, ciencia que estudia los restos óseos humanos, aporta mucha información en Castellón Alto.
La esperanza media de vida al nacer fue de 23 años; ya que había un alto índice de mortandad infantil.
Los varones sufrieron traumatismos en hombros y columna por realizar actividades duras como el transporte de pesos.
Las mujeres se vieron más afectadas en los codos y la región lumbar por las labores de molienda del cereal.
Los restos encontrados también nos ofrecen datos acerca de las diferencias alimenticias entre individuos del mismo asentamiento.
La sepultura 121
Durante la campaña de excavación realizada en noviembre de 2002 en la Terraza Inferior del yacimiento argarico de Castellón Alto, apareció una sepultura con restos humanos parcialmente momificados.
Se trata de la sepultura 121, una covacha excavada en el talud de la terraza.
Se trataba de una sepultura en covacha, el tipo normalmente utilizado en el yacimiento.
El cierre se hizo con tablones escuadrados de pino salgareño sobre los que se extendió una capa de barro y se antepuso un muro de mampostería.
Este cierre hermético ha aislado durante siglos el enterramiento, no permitiendo la filtración de tierra ni agua, lo que, unido a la gran sequedad ambiental ha favorecido la momificacion por deshidratación.
Los restos humanos pertenecen a un varon adulto de entre 27 y 29 años y un niño.
El adulto medía en torno a 1,60 m de estatura y mediana robustez.
Conserva restos de tejidos corporales y mechones de pelo largo y oscuro en la cabeza, que se peinó con dos trenzas laterales y una coleta central.
También conserva restos de la barba y pelo corporal, todavía adheridos a trozos de piel.
Se han recuperado varios fragmentos de tejido de lino y lana, así como impresiones de lino en algunos huesos como las falanges de las manos.
El niño, de unos 4 años de edad, murió antes y fue sacado de su sepultura original para enterrarlo junto al adulto, por eso sus huesos forman un paquete desordenado colocado en la zona anterior derecha de la sepultura.
Estaba parcialmente momificado cuando se extrajo de su primera sepultura y conserva restos de partes blandas y de pelo oscuro, corto y peinado hacia delante para formar en la frente un flequillo.
Se han encontrado fragmentos de un tejido de lino y restos de un posible gorro de lana tejida recubierta por cuero.
El ajuar funerario estaba compuesto por cuatro vasijas cerámicas, entre ellas una copa, brazaletes de cobre, anillos de plata, un puñal de cobre con restos de cuero de la vaina y un hacha de cobre con el mango completo de madera de encina, que aún conserva restos de las fibras de enmangue.
Esta hacha, por la forma de estar insertada en el mango se utilizaría como azuela (para el trabajo de la madera).
El niño tenía un brazalete de bronce en cada antebrazo y tres cuentas de collar.
Junto a sus huesos han aparecido restos de oveja muy joven.
Al finalizar la visita nos dirigimos al Museo de Galera donde tambien recibimos la informacion de lo que vamos a ver.
MUSEO DE GALERA.-
Inaugurado en julio de 2001 en el antiguo convento de monjas de Cristo Rey, el Museo de Galera conserva y expone objetos que pertenecen prácticamente a todos los periodos del desarrollo histórico en esta comarca, donde habitó uno de los primero pobladores de Europa.
Los yacimientos más antiguos tienen alrededor de 4.500 años y los más modernos pertenecen al período medieval. Los materiales que en él se exponen pertenecían a colecciones particulares de gente del pueblo que los había ido encontrando.
Acoge vestigios de la Edad del Cobre, de la cultura de El Argar, de la Edad del Bronce y de los sucesivos asentamientos de íberos, romanos, visigodos y musulmanes.
Dentro de este podemos ver:
LA MOMIA DE GALERA
En noviembre de 2002 apareció en el yacimiento de Castellón Alto un enterramiento con dos individuos, uno de ellos parcialmente momificado.
Éste conserva tejidos corporales y piel, así como el pelo.
El excelente estado de conservación de los restos de la sepultura, sin paralelo en la Península Ibérica, ha permitido conocer muchos aspectos del mundo argárico que antes se desconocían.
Los restos originales de la sepultura se exhiben en el Museo de Galera.
LA DAMA DE GALERA
En las cercanías de Galera se encuentra el importante yacimiento arqueológico de la Necrópolis ibérica de Tútugi (en el Cerro del Real) que alberga distintos tipos de tumbas.
La dama de Galera fue encontrada en este yacimiento.
Es una figurilla fenicia del siglo VII a.C. hecha en alabastro, que probablemente represente a la diosa Astarté.
La dama está sentada entre dos esfinges y sostiene un cuenco al que vierte líquido por dos agujeros que tiene en los pechos.
Se aprecia en la figura influencia mesopotámica por sus formas robustas.
En cambio la estilización en el traje y los cabellos denotan influencias egipcias.
Debido a su carácter de objeto sagrado, pasó por varias generaciones hasta su enterramiento final como parte de un ajuar funerario.
La escultura se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de España, de Madrid.
En el Museo de Galera se puede contemplar una copia.
Por la tarde nos dirigimos a la Necropolis Ibera de Tutugi.
Necrópolis de Tútugi
Necrópolis íbero-romana situada en las afueras de la ciudad.
Es uno de los yacimientos más importantes de la zona y se trata de una de las mayores necrópolis ibéricas del país, ya que cuenta con más de 130 sepulturas.
Esta necropolis que tiene sus inicios en el siglo V a.C., representa a nivel nacional una de las muestras más extensas y significativas de la Cultura Ibérica.
La Necrópolis Ibérica de Tútugi está compuesta por un conjunto de tumbas, la mayor parte muy monumentales.
La tipología de la planta de estos enterramientos podía ser muy variada y era frecuente que presentaran una cavidad abierta en el suelo para contener las urnas cinerarias.
Las necrópolis ibéricas
Una de las novedades que caracteriza a la Cultura Ibérica (s. VI a.C.) es el desarrollo sistemático de auténticos cementerios.
La necrópolis se suma así al poblado como elemento configurador del paisaje y lugar de alto contenido simbólico y social.
La génesis de este tipo de expresiones funerarias está relacionada con el nacimiento de una aristocracia que expresa, en parte, su privilegiada posición a través de las sepulturas (por su situación y monumentalidad) y los ajuares (por su composición y riqueza).
Por ello, el estudio de los diversos componentes del mundo funerario permite conocer en gran medida las características de la sociedad que lo genera, así como los principios ideológicos en los que se fundamentan las prácticas funerarias.
El ritual funerario
El ritual funerario de los Iberos consistía en la cremacion de los cadáveres.
Estos se depositaban sobre una pira de leña con sus vestimentas y, en el caso de los guerreros, con sus armas, las cuales eran a menudo objeto de inutilización.
Este proceso se realizaba mellando los filos de las falcatas, doblando las espadas y soliferrea y aplastando los cascos metálicos de cuero.
Una vez reducidos a cenizas los huesos que quedaban eran metidos en vasijas cerámicas o cajas de piedra que se depositaban en el interior de túmulos funerarios junto con los restos de las armas, adornos personales y con recipientes con ofrendas de alimentos.
El sistema de enterramiento
Destacan los tumulos artificiales que recubren una cámara de diversas formas.
En Tútugi tenemos diversas variantes: de aljibe, cuadrangulares con pasillo, circulares y semicirculares con pasillo y con nichos.
Suelen ser construidas en piedra o adobe o ambas a la vez.
Al interior, generalmente presentan las paredes y suelos revocados de yeso, en muchas ocasiones con decoraciones realizadas en rojo, el color funerario ibérico, y negro.
También en su interior encontramos bancos y nichos.
Las tumbas más sencillas son hoyos practicados en el suelo, a veces revocados con yeso, y cistas donde se introducen las urnas.
Estas pueden ser vasijas cerámicas, que se introducen en oquedades del terreno, o cajas de piedra.
En el túmulo número veinte de esta necrópolis fue descubierta en 1916 la Diosa de Galera, que se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid, aunque se puede ver una copia en el Museo Arqueológico de Galera.
Apareció junto a un ajuar compuesto por cuatro vasijas gemelas de distintos tamaños, dos frascos de vidrio, una copa ática de barniz negro, y un asa de jarra en bronce.
Data del siglo VII a.C., aunque no fue hasta las últimas décadas del siglo V a.C. cuando se depositó en esta sepultura.
Esta pequeña escultura de alabastro representa a Astarté, diosa fenicia de la fertilidad.
La divinidad aparece sentada junto a dos esfinges y sostiene un gran cuenco en su regazo.
El busto es hueco, de manera que podían verterse líquidos por el orificio abierto en el extremo superior de la cabeza, que después fluirían desde los pechos hasta la pila, en lo que pudo ser un acto ritual.
Nuestro agradecimiento de nuevo a Mª Carmen por amabilidad y pasion que pone durante esta visita.
Ahora nos dirigimos a Castril donde nos hospedamos en Hostal restaurante la Fuente de Castril y de nuevo agradecer a Pilar y su equipo por su amabilidad y su buena cocina.
Domingo 26
Tras el desayuno preciosa excursion por el entorno de Castril y como colofon su bonita cerrada.
Para concluir la jornada nos dirigimos a comer a el Asador el Cuquillo donde nos recibe Montse y su equipo para dar cuenta de sus buenas biandas.
Despues de un rato de bailoteo y diversion retornamos a Murcia.
Espero que todos lo pasaramos estupendamente.
Fotograf@s: Marta, Manolo y Jaime.
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