Hoy nos dirigimos a la zona del altiplano de la región de Murcia en concreto a Jumilla.
Nuestra excursión comienza en el aparcamiento del área recreativa de Santa Ana donde hacemos
la foto de grupo junto a las diversas piletas de agua. Estamos a 646 mts sobre el nivel del mar.
Ahora por la derecha parte un camino que nos conducirá el Santuario de Santa Ana donde
visitaremos su pequeña iglesia y donde se nos comentan varias cosas.
Fundado en 1573 a partir de una ermita de mediados del Siglo XIV dedicada a la 'abuela Santa Ana'. Su estructura es barroca de los siglos XVII-XVIII, conservando el aspecto austero del estilo conventual.
En su interior se conserva, en retablo del s. XVII, la antigua imagen de 'La abuelica Sta. Ana' con la Virgen y el Niño, obra probable del s. XV con restauraciones sucesivas desde 1612 en que se doró y estofó por Fr. Critóbal Moya.
El monasterio conserva todavía el antiguo refectorio y biblioteca, así como un interesante conjunto de ermitas de arquitectura popular en el Huerto.
La leyenda del incorrupto fray Bernardo de Jumilla
Cuenta con más de 5 siglos de historia y entre sus paredes moraron personajes tan importantes como San Pascual Bailón.
Según cuenta la tradición, este santo se ponía tan contento mientras rezaba que no podía evitar marcarse unos bailes durante las oraciones. Al parecer, “el Bailón”, también mantuvo una relación amistosa con una bruja yeclana, a la cual desenmascaró en uno de sus engaños.
Otro ilustre personaje del Monasterio de Santa Ana, fue el beato natural de Alcantarilla, fray Andrés Hibernón. En la iglesia del monasterio se venera una imagen del beato obra de Roque López. También en el templo se encuentra un Cristo amarrado a la columna, obra del maestro Salzillo.
El
Monasterio de Santa Ana mantiene un histórico huerto donde se puede admirar un
madroño que cuenta con nada menos que 400 años y algún ciprés que no baja de
los 3 siglos de supervivencia. También en el huerto encontramos 7 ermitas
construidas por los mismos frailes a principios del siglo XVII. De entre ellas
destaca la curiosa ermita de la
Trinidad, donde se venera dicho misterio. De planta
circular, conserva un altar triangular que podría ser único en el mundo.
Este
monasterio jumillano encierra varias leyendas como la de fray
Bernardo. Este joven fraile se enamoró de una muchacha del
pueblo a la que confesó una vez. Empiezan a verse a escondidas, pero nunca
mantuvieron relaciones íntimas. Su amor era casto y puro. Al verse descubierto
por el abad del monasterio, fray Bernardo fue expulsado del santo lugar.
Otros milagros:
Con el paso de los años, la historia del monasterio se fue orlando de incontables sucesos milagrosos, como bien nos muestra la excelente crónica de Lorenzo Guardiola en El monasterio de Santa Ana: evocaciones, leyendas y milagros.
Uno de ellos es el que protagonizó en 1733 un hombre que reclamó la presencia de un confesor, a quien contó, mostrándole dos pistolas, que estaba dispuesto a matar a su yerno cuando, al pasar junto al monasterio, la Abuela Santa Ana, o la Virgen, su hija, le quitaron esa mala idea de la cabeza.
Suceso extraordinario también fue el que supuestamente le ocurrió a un matrimonio de molineros de Tobarra (Albacete), formado por Manuel Fajardo y María Castillo, que había llegado hasta allí. Perdieron al menor de sus dos hijos, al que habían dejado a las puertas del monasterio. Al pequeño, de tan sólo diecinueve meses, lo encontraron posteriormente ahogado en una acequia. La madre, reclamando la intercesión de Santa Ana, ofreció para ello su peso en cera, y en el acto la criatura volvió a la vida. En la iglesia fue colocado un cuadro que refleja este milagro.
En 1772 comenzó a hablar una mujer que era muda, por lo que agradeció su curación con un significativo exvoto: una lengua de plata.
Fray Pedro Lobo protagonizó en 1581 un suceso realmente curioso. Agotado por el trabajo de pedir la limosna de pan en Jumilla, y ya de regreso al monasterio, recibió la caridad de Pascual Carrasco. Éste ofreció un borrico para que lo montara, dándole instrucciones a un hijo suyo para que acompañara al fraile. Tras su partida, estalló una tremenda tormenta de granizo que arrasó cuanto encontró a su paso, por lo que Carrasco temió por la vida de su hijo y por la del fraile. Arriesgando la suya propia se dirigió hacia el monasterio. Cuando llegó, su hijo le describió el milagro que había visto con sus propios ojos. Ante la furia de los elementos, se habían encontrado con una rambla que les impedía pasar y en la que podrían haber muerto ahogados. Pero fray Pedro Lobo, con gran tranquilidad, sacó un crucifijo y haciendo la señal de la cruz hizo que las aguas se dividieran en dos. Nada más cruzar al otro lado, las aguas siguieron su paso con gran estruendo.
En 1603 le fue sacado el demonio mediante exorcismo a una mujer que en la misma puerta del santuario había sido llevada por el aire «dos mil pasos», delante de varios testigos, encontrándose más tarde entre atochas de esparto y romerales.
Después de la visita por la izquierda parte una empinada calle que esta empedrada y que nos
dejara junto a la Fuente de la Jara.
Por la izquierda parte otra senda que nos dejara en un camino asfaltado.
Giramos por la derecha y continuando este hasta llegar a lo alto de un collado.
Desde aquí existe unas excelentes vistas:
A la derecha esta situado el Pico del Maestre donde existe una Necrópolis, Poblados Íberos y
el yacimiento arqueológico de Coimbra del Barranco Ancho, etc.
En este punto cogemos una cómoda senda que descendiendo nos dejara junto al Manantial
de las Rambletas y su caserón.
a la Sierra de la Buitrera.
unos pequeños refugios excavados en la roca.
En el cruce tomamos el camino de la izquierda y que comienza a ascender.
Por la derecha nos queda la Sierra del Alacrán.
para desayunar.
Ya repuestos continuamos ascendiendo hasta la fuente de la Buitrera, situada junto a la
pista forestal denominada GR-251.
Giramos a la derecha y a unos 200 mts en una curva tomamos por la izquierda una senda indicada
como PR (amarilla y blanco).
Desde aquí podemos divisar: la Sierra de la Pila, Sierra de Sopalmo, la Sierra Larga,
el Almorchon de Cieza, la Cabeza de Asno entre otras.
El ascenso siempre va paralelo a Coimbra de la Buitrera donde existe otro poblado Íbero.
Por fin llegamos a lo alto del collado (745 mts) donde iniciamos el suave descenso hasta la
Fuente del Rincón y que poco mas abajo sus aguas se almacenan en un pequeño aljibe.
un camino de acceso a las fincas.
Giramos por la izquierda y continuándolo y tras atravesar varios bancales, parte una senda
por la izquierda y que tiene una suave pendiente.
Frente a nosotros a la derecha vemos el monte con la garita forestal y antenas, y por la izquierda
el Pico del Picacho con su gran cruz en lo alto.
Aproximadamente 1 km, llegamos a lo alto del collado (855 mts), donde tenemos estupenda
visión de Jumilla con su castillo, Los Hermanillos, la Sierra del Buey, la Peñarrubia, entre otras.
El descenso lo realizamos por una cómoda senda de denominada SL-MU17 Sendero
Botánico de Santa Ana y donde podemos ver los pequeños carteles informativos de la diversa
flora existente por estos parajes.
Este sendero nos dejara de nuevo en Fuente de la Jara y ya desde aquí al inicio de la excursión.
LONGITUD:10.200 mts DIFICULTAD: BAJA y DURACIÓN:3.30 horas
Información obtenida de:
http://www.murciaturistica.es/es/monumento/convento-de-santa-ana-182/http://www.descubriendomurcia.com/monasterio-santa-ana-jumilla/
http://www.xn--revistaaocero-pkb.com/secciones/parapsicologia/milagroso-monasterio-abuela-santa-ana
Gracias a los fotógrafos: Marta, Sonia y José María.
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