Ruta con poca dificultad y con un día muy agradable para practicar senderismo.
Comenzamos nuestra ruta en la glorieta que hay en Cobatillas, estamos a 42 mts sobre el nivel del mar, girando por la izquierda cogemos la carretera que va en dirección a Fortuna.
Siempre rodeados de bancales de limoneros y con esa olor tan característica del azahar, giramos
en el primer camino de tierra que parte por nuestra izquierda y que poco mas adelante desemboca
en otro que parte por la derecha.
En este punto y como fondo el Bermejo, hacemos la foto de grupo.
Continuando ascendiendo por el camino y atravesando unas ruinas llegamos al final de este.
Ahora giramos por la izquierda y avanzamos por una cómoda senda que nos dejara en
el fondo de la Rambla Larga.
La atravesamos y continuando la senda llagamos a otro camino de tierra bastante deteriorado.
Seguimos ascendiendo por el hasta llegar al collado donde esta el Diente de la Vieja.
Poco mas adelante y junto a una trinchera por la izquierda parte el sendero de ascenso hasta
llegar a la Rellana Grande.
Desde este punto y hasta la Cumbre es una senda poco definida.
Por fin alcanzamos la cumbre del Bermejo, estamos a 310.90 mts sobre el nivel el mar.
Aquí haremos la parada para desayunar.
Las vistas desde aquí son impresionantes: El Valle del Rio Segura, Sierra de Orihuela,
Columbares, La Cresta del Gallo, Carrascoy, Sierra Espuña, Sierra de Ricote, Sierra de la Pila,
el Pantano de Santomera, el Zulun, entre otras.
También en días de mas claridad el mar Mediterraneo.
Como anécdota también se cuenta una curiosidad ocurrida en 1997 y que se publico en
el diario La Verdad de Murcia.
Los lunes en trance de Isabel
Cada
lunes Isabel subía al Cabezo Bermejo, en Santomera, acompañada por
más de cien personas,
porque era allí donde decía ver a la Virgen
del Rosario cuando entraba en trance. Rodeado de piedra y
matas,
avizorando el pueblo en la distancia, aquel corrillo de gente
esperaba el delirio de una Isabel que,
de repente, caía convulsa y
empezaba a trenzar mensajes que decía provenían directamente de
Dios:
«En este pueblo he visto mucha fe y apareceré cuando el padre
lo disponga. Allí donde lo haga, brotará
un manantial de agua»,
les dijo una vez. Isabel García Alcántara, de 42 años, tenía un
poco de curandera
y otro poco de vidente. Sanadora y profética,
Isabel había empezado con una consulta en casa, donde
decía haber
curado herpes y depresiones, antes de salir al aire libre, porque así
se lo había pedido la Virgen.
Isabel
tenía también un poco de hechicera. Entre los prodigios que
relataba su cohorte de seguidores,
era célebre el de la lluvia. Al
parecer, un día le quitaron el paraguas en mitad de una tormenta, e
Isabel, atravesada por un ramal de contorsiones de uno de sus
éxtasis, se mantuvo seca bajo un descomunal
aguacero, igual que si
estuviera bajo techo, mientras sus seguidores se calaban hasta los
huesos.
Superchería
o fe, lo cierto es que aquella reunión de cada lunes tuvo su miga y
ganó adeptos con las
semanas. Isabel predijo un gran cataclismo si
el mundo no cambiaba y un accidente de avión, así como apariciones
marianas en Nueva York, «pero tranquilos, a vosotros no os pasará
nada», le dijo una tarde
a su feligresía.
hasta el Diente de la Vieja.
En este punto parte la senda que nos descenderá hasta el cementerio de Cobatillas.
Continuando por diversas calles hasta llegar al cruce con la calle del colegio, giramos
por la izquierda hasta el final de la valla, donde entre bancales atravesaremos otra rambla.
Ahora estamos en el Barrio de San Antonio y callejeando llegamos de nuevo al inicio.
LONGITUD: 8 Km DIFICULTAD: BAJA-MEDIA y DURACIÓN: 2.40 Horas
Gracias a los fotógrafos: Francisco Sánchez y José María.
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