Nueva incursión por las salinas del interior.
Hoy nos dirigimos a el paraje del Llano dentro del termino municipal de Calasparra.
Comenzamos la excursión junto al Pantano de Alfonso XIII.
del pantano y aproximadamente a 1 km por nuestra izquierda parte un camino
con las marcas de gran recorrido GR7.
Según avanzamos a nuestra izquierda quedan restos de una antigua canalización
de agua que nos acompañara paralelo a nosotros.
Recordaros que esta sierra denominada Albarda y la Sierra del Molino fueron devastas
por un gran incendio en 2010.
Hoy se esta repoblando con flora autóctona del lugar.
A nuestra espalda se puede divisar el impresionante monte del Almorchon.
( Nota las fotos fueron realizadas este invierno con niebla y -6º ).
Aproximadamente a 1,5 km y junto a un comedero-bebedero para animales nos
desviamos por la izquierda monte atraves para llegar a la Fuente del Llano donde
paramos a desayunar.
Ya repuestos ascendemos por el camino que se dirige al Cortijo del Llano, poco
mas adelante nos desviamos por otro camino que nos dejara junto a un puesto de caza.
Ahora monte atraves descendemos a un primer barranco para mas adelante llegar
a la Rambla del Salero.
Tras superar numerosos obstáculos: dique, pozas y alguna estrechez, llegamos
por fin al motivo de nuestra excursión Las Salinas de la Ramona.
Comenzamos la visita al nacimiento.
Este esta constituido por una galería subterránea de mas de 1 km, de la que parten salidas
laterales que drenan el agua salada hacia un canal que va paralélelo a la Rambla.
Cada zona dispone de una balsa o recocedero, donde se almacena el agua, y un conjunto
de charcas o eras, agrupadas en tabladas.
Las eras son charcas separadas por tablas de madera de 20 o 30 cm de altura y enlucidas
con una mezcla de arcilla y yeso natural llamado Espejuelo.
El agua de las eras cuando se evaporaba se recogía la sal que solía tardar 21 días
en ser producida. Esto solo ocurría si la temperatura era entre 35º- 40º C.
En esta salinas solo había una sola cosecha que iba desde el 15 de junio hasta final
septiembre.
Después se recogía y se almacenaba en el Alfoli que era un almacén de una planta cubierta
de cañizo y que estaba sustentada por tres grandes arcos adosados en las paredes.
En las paredes del Alfoli se puede observar aun las marcas que hacían los salineros,
para marcar el volumen obtenido de sal ese año.
Próximo al Alfoli se encuentra la casa semiderruida de los que allí trabajaban.
En su interior todavía quedan algunos murciélagos difíciles de ver.
La sal se vendía a las fabricas que elaboraban piensos para cerdos y a las explotaciones
pecuarias.
Recordaros que durante los Siglos XVI al XVIII, las salinas se consideraban el principal
motor económico de la ciudad de Calasparra por delante del famoso arroz.
Ya desde aquí por la carretera del Pantano nos dirigimos al inicio.
LONGITUD: 6.800 mts DIFICULTAD: Baja y DURACIÓN: 3.00 horas
Gracias a los numerosos fotógrafos: Pepe, Jaime y José María
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